Cuando el 21 de abril de 1926 nació la primera hija del matrimonio formado por Su Alteza Real el príncipe Alberto de York y de Elizabeth Angela Marguerite Bowes-Lyon, Duquesa de York, nadie se imaginaba lo que el destino le deparaba a la pequeña Lilibet, que el 2 de junio de 1953 se convertiría oficialmente en monarca del Reino Unido y de la Gran Bretaña, y que 61 años después llevaría a sus espaldas el segundo reinado más largo de la historia británica, solamente superado por su tatarabuela la reina Victoria.
Su padre, que ocupaba el segundo lugar en la línea de sucesión al trono, ascendería al trono como Jorge VI en 1936, tras la inesperada abdicación de su hermano el rey Eduardo VIII.

Fue bautizada bajo la fe de la iglesia anglicana, en la capilla privada del Palacio de Buckingham, y recibió los nombres de Elizabeth Alexandra Mary en honor de su madre, su bisabuela paterna (la reina Alexandra) y su abuela paterna (la reina Mary).
Desde su nacimiento, hasta el ascenso de su padre al trono, llevó el título de HRH Princess Elizabeth of York (SAR príncesa Elizabeth de York).
Como heredera al tono británico, hasta contraer matrimonio, llevó el título de HRH Princess Elizabeth (SAR príncesa Elizabeth). Tras contraer matrimonio, y hasta su ascenso al trono, llevó el título de HRH Princess Elizabeth, Duchess of Edinburgh (SAR príncesa Elizabeth, duquesa de Edimburgo). Y tras su coronación ha llevado el título de Her Majesty Queen Elizabeth the Second by the Grace of God, of the United Kingdom of Great Britain and Northern Ireland and of Her other Realms and Territories Queen, Head of the Commonwealth, Defender of the Faith (Su Majestad la Reina Elizabeth II por la Gracia de Dios, del Reino Unido de la Gran Bretaña y de Irlanda del Norte y de sus otros Reinos y Territorios Reina, Jefe de la Commonwealth, Defensor de la Fe). |
La última ceremonia de coronación
La coronación de la Reina Elizabeth II fue la última ceremonia en la que se coronó a un monarca en la Europa actual, y de acuerdo a la más regia tradición monárquica. Es por ello que, hoy por hoy y recordando esa ceremonia de hace sesenta años, si que podemos hablar de Ceremonia de Coronación, en la que, siguiendo el ancestral rito de la iniciación, el monarca es coronado e investido con la regalía, siguiendo unas pautas que se han mantenido prácticamente invariables durante los últimos mil años.
En el Reino Unido, tras el fallecimiento del monarca, el heredero asume sus funciones de forma inmediata, pero la coronación oficial no se lleva a cabo hasta pasados varios meses, con la finalidad de respetar el duelo y tener tiempo suficiente para preparar la ceremonia, dada su complejidad. En el caso de la reina Elizabeth II hubo un impase de más de un año entre su ascenso al trono, el 6 de febrero de 1952, tras conocer el fallecimiento de su padre durante un viaje oficial a Kenia, y el día de su Coronación, que se celebró en Londres, el día 2 de junio de 1953.

Según el protocolo, la organización de la ceremonia depende del Duque de Norkfolk, noble que ocupa el primer lugar entre los títulos de la la nobleza británica y que, además, ostenta el cargo de Earl Marshal (Conde Mariscal), cargo público que tiene la responsabilidad de organizar los funerales de estado y las ceremonias de coronación de los monarcas británicos.
La ceremonia se celebra en la Abadía de Westminster y la preside el Arzobispo de Canterbury, máxima autoridad eclesiástica de la Iglesia de Inglaterra. También participan diferentes miembros del clero y de la nobleza, todos ellos vestidos con uniformes ceremoniales o túnicas, además de los miembros de la Familia Real al completo.
La principal característica de esta ceremonia es el exquisito ceremonial que se sigue, donde se utilizan diferentes joyas de la Regalía de la Corona Británica, así como diferentes vestiduras, que el monarca se va cambiando a medida que va avanzando el desarrollo de la ceremonia.
Hacia la Abadía de Westminster
El programa de actos se inicia cuando el monarca parte desde el Palacio de Buckingham hacia la Abadía en el Gold State Coach, carroza construida en 1762 y que se ha usado en todas las coronaciones de los monarcas británicos desde la de Jorge IV. El monarca va acompañado de su consorte en la carroza, y por un séquito a pie, formado por cinco compañías de la Guardia Real. Cuando se recibe el aviso de que el monarca se está aproximando, los arzobispos y obispos ayudantes, presentes en la entrada del templo, inician la procesión de acceso al interior, para esperar la llegada del monarca.

Primera parte: Recognition and oath
[Reconocimiento y juramento] La soberana entra en la Abadía de Westminster vistiendo la Túnica de Estado (Robe of State) de terciopelo carmesí y el crimson surcoat bajo el traje -pieza que utilizará a lo largo de toda la ceremonia-, mientras suena un himno, y se sienta en el Sillón de Estado (Chair of State). La regalía que se usará en la ceremonia se deposita en el altar.

Una vez que la soberana toma asiento, el Arzobispo de Canterbury, acompañado por el Rey de Armas de la Jarretera (Garter Principal King of Arms), el Lord Canciller (Lord Chancellor), el Lord Gran Chambelán (Lord Great Chamberlain), el Lord Alto Condestable (Lord High Constable) y el Conde Mariscal (Earl Marshal), se desplazan en procesión a los cuatro puntos de la Abadía (este, sur, al oeste y al norte) para pedir el reconocimiento de la soberanía de la monarca por parte de todos los asistentes.
A continuación, el Arzobispo de Canterbury se coloca frente a la monarca y le toma el juramento, en el que jura defender la Ley y a la Iglesia. Seguidamente, frente al altar, el monarca recibe una biblia de manos de uno de los eclesiásticos.
Tras ocupar de nuevo el monarca el Sillón de Estado, se inicia el servicio religioso, que se interrumpirá tras finalizar el Evangelio, para proceder a celebrar el ritual de la unción.
Segunda parte: Anointing and crowning
[Unción y coronación] El monarca se despoja de su vestido de gala y se viste con una túnica blanca, conocida como vestido de la unción (anointing gown). Se sienta en el Sillón de San Eduardo (King Edward’s Chair), que está colocado sobre una tarima y cubierto por un palio, con la finalidad de realizar la unción fuera de la vista de los invitados, dado el carácter íntimo de este momento.

El Arzobispo vierte aceite consagrado de la ampolla en la cuchara y unge a la soberana en las manos, el pecho y la cabeza. La soberana es vestida con el Sindonis Colobium, sobre el cual se coloca la Supertunica (otras dos piezas de vestir que forman parte del ceremonial), y se sienta nuevamente en el Sillón de San Eduardo.
La BBC, que retransmitió por primera vez una ceremonia de coronación en directo, optó por desviar el objetivo durante esta parte de la ceremonia. |
En este momento, se inicia la entrega de los objetos de la Regalía. En primer lugar, el Gran Lord Chamberlain le entrega las Espuelas (Spurs) como símbolo de caballería, y el Arzobispo de Canterbury le entrega la Espada de Estado (Sword of State), que la monarca retorna al altar y, a continuación, se coloca la Túnica Real (Robe Royal) y la Estola Real (Stole Royal) sobre la Supertúnica.

La ceremonia continúa con la entrega de los cuatro símbolos de la autoridad del monarca: el Orbe (que el monarca devuelve a continuación), el Anillo que simboliza el matrimonio del monarca con su pueblo, el Cetro de la Paloma y el Cetro de la Cruz.
En último lugar, el Arzobispo de Canterbury le coloca la Corona de San Eduardo, y todos los asistentes se descubren la cabeza y gritan “¡Dios salve a la reina!” (God save the Queen!).

Tercera parte. Homenage & ending
[Homenaje y final de la ceremonia] Una vez coronada, la soberana se desplaza hasta el trono para recibir el homenaje de sus súbditos.

El clero, representado en la figura del Arzobispo de Canterbury, es el estamento que comienza expresando un juramento de lealtad: «I, N., Archbishop [Bishop] of N., will be faithful and true, and faith and truth will bear unto you, our Sovereign Lady, Queen of this Realm and Defender of the Faith, and unto your heirs and successors according to law. So help me God.» («Yo, […], arzobispo [u obispo] de […], seré fiel y honesto, y lealtad y honestidad os juro a vos, nuestro Señor Soberano, Rey de este reino y Defensor de la Fe, y a vuestros herederos y sucesores que lo sean según la ley. Que Dios me ayude»).
A continuación, expresan el juramento de manera individual los miembros de la Familia Real, comenzando por el consorte de la reina, y cada grupo de nobles, encabezados por el primero de cada rango, con la frase: «I, N., Duke [Marquess, Earl, Viscount, Baron or Lord] of N., do become your liege man of life and limb, and of earthly worship; and faith and truth will I bear unto you, to live and die, against all manner of folks. So help me God.» («Yo, […], duque [o marqués, conde, vizconde, barón o señor] de […], me convierto en vuestro vasallo y devoto servidor en la tierra, y, leal y honestamente, os juro vivir y morir en vuestra defensa contra cualquier enemigo. Que Dios me ayude»).
Tras recibir el homenaje de todos los presentes, desciende del trono y se sitúa de rodillas, frente al altar, para proseguir con el servicio religioso que se había interrumpido.
Finalizada la ceremonia religiosa, la monarca se dirige a la Capilla de San Eduardo, precedida por los portadores de la Espada de Estado (Sword of State), la Espada de Justicia Espiritual (Sword of Spiritual Justice), la Espada de Justicia Temporal (Sword of Temporal Justice) y la Espada de la Misericordia (Sword of Mercy), para volver a vestirse con la ropa que llevaba a su llegada al templo y la Capa imperial de terciopelo púrpura (Imperial Robe of purple velvet), y sustituye la Corona de Estado por la Corona de Estado Imperial (Imperial State Crown). A la vez que se interpreta el himno nacional, God save the Queen, la monarca abandona la Abadía junto a su séquito, sosteniendo en las manos el Cetro y el Orbe.

Regreso al Palacio de Buckingham
Tras ser despedida a la puerta de la Abadía, la reina, junto a su consorte y el séquito, regresa hacia el Palacio de Buckingham, de la misma manera que lo ha hecho al inicio. A su llegada a Palacio, la monarca y los demás miembros de la Familia Real salen al balcón de la fachada principal del edificio para saludar y ser aclamada por los ciudadanos.
Tras la coronación de la Reina Elizabeth II, a pesar de que no se ofreció ningún gran banquete como solía ocurrir en siglos anteriores, lo que si se que se hizo fue preparar un lunch para las delegaciones extranjeras, en la que se incorporó un plato diseñado especialmente para la ocasión, y que ha pasado a la historia con el nombre de Coronation Chicken (Pollo de la Coronación), una combinación de carne de pollo, crema de curry, hierbas y especias, que desde entonces se ha hecho muy popular en el Reino Unido, y se utiliza especialmente para rellenar sus típicos sándwiches.




Le 2 juin 1953, la Reine ELISABETH, le Duc d’EDIMBURG, la Reine-Mère ELISABETH, la princesse MARGARET, les princes CHARLES et ANNE posent au milieu d’autres membres de leur famille lors de la cérémonie de couronnement.
Fuente de las imágenes: Internet